De nuevo siento la humedad invadirme el cuerpo, metiéndose sin pedir permiso por cada poro de mi piel. Otra vez escucho los mil millones de sonidos simultáneos de la ciudad que no tienen piedad. Otra vez los ceños fruncidos en la calle. Otra vez soy invisible y camino sin que nadie me mire ni se moleste en esquivarme. Otra vez el estresarme y el estresar. Otra vez formar parte de ese colectivo insatisfecho. Otra vez a soñar despierta y a contar los días que faltan para vivir de nuevo (Algo así como 250 días). Otra vez le digo 'hola' a Buenos Aires.

And I'm on my way to where I won't look back

A veces es necesario hacer borrón y cuenta nueva. Nunca olvidaré el viejo "devilindisguisee" porque fue testigo de mis sentimientos más profundos. Aquellos sentimientos que fueron escritos por miedo a ser dichos en voz alta. Ya su nombre marca, de alguna manera, el sentimiento que me guió a lo largo de sus 5 años. Un diablo disfrazado. No me sentía realmente un diablo, pero si me sentía disfrazada. Vivía la vida como encarcelada, disfrazada del comodín que servía para complacer a todos mientras que mi verdadero yo (cada vez más escondido y olvidado) se retorcía y pedía a gritos salir a conocer el mundo y vivir la vida. Pero sus gritos me llegaban solo como ecos lejanos y sensaciones de malestar. Hoy quiero que este blog sea testigo de algo muy diferente. Yo estoy cambiando (¿quien no cambia?) y, aunque todavía falta para que llegue a ser esa persona que quiero ser, quiero que "wont-lookback" me cuente la historia de como me convertí en esa persona que lucha por lo que ama. Wont look back deberá recordarme eso, a nunca mirar atrás. Logré ir (lentamente) encontrando la manera de ir quebrando esas cadenas invisibles que me tenían presa en mi interior y no puedo permitirme volver a ese lugar oscuro donde aquella extraña que pretende ser perfecta a los ojos de todo maneja los hilos a su antojo.